jueves, 19 de febrero de 2015

Arte+Ciencia

Arte y ciencia tienen objetivos diferentes, sin embargo, en el quehacer artístico se unen y son préstamo para entenderse en este escenario: el arte pretende confundir, irritar y cuestionar sobre el futuro, a diferencia de la ciencia cuya función es esclarecer las interrogantes de la existencia. Estos términos son la base de la obra del artista mexicano Rafael Lozano-Hemmer, quien asume a la tecnología como nuestra segunda piel pues vivimos inmersos en una cultura tecnológica.

Las intervenciones artísticas de Rafael Lozano-Hemmer se valen de herramientas digitales que intervienen grandes espacios abiertos en distintas ciudades del mundo, dejando claro que el arte se encuentra en cualquier lugar y que “cuando asumimos que la tecnología somos nosotros ya no es algo innovador, sino algo inevitable”.No cree que sus obras sean algo nuevo, pues vincula su trabajo con los precedentes artísticos y pensamientos teóricos-sociológicos, eso es lo que enriquece y hace trascender su trabajo que consta de piezas que ocupan el espacio de una forma diferente e irrepetible, pues las personas que participan en cada una resultan ser las partes principales ya que el entorno multimedia invade el espacio y la instalación trae de nuevo el cuerpo al lugar “real”, logrando así unión entre lo que se cree y lo intangible.

Rafael Lozano-Hemmer nos muestra que la tecnología es, al igual que el arte, un espacio que no está en ninguna parte y que sin embargo es un “algo” en el que todos queremos estar. Un juego de realidades, proyecciones y verdad

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